QUIÉNES SOMOS
El Supremo Consejo del Gr.·. 33° para la República del Ecuador es el guardián y custodio del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en todo el territorio. Como tal, asegura de que el acceso a los diversos secretos y misterios de la Masonería en los Altos-Grados del 4° al 33°del Escocismo, se realice de acuerdo con los antiguos Usos Tradicionales. Dichos secretos y misterios de la Masonería sólo se revelan en un contexto de una práctica Ritual y es la única forma en el que se pueden transmitir. El orden en que se comunica cada Alto-Grado, establece el enfoque iniciático propio del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, donde la enseñanza moral y espiritual son consustanciales.
La enseñanza Simbólica de la Masonería se imparte en las Logias llamadas «Azules», mediante la práctica de los diferentes Ritos y Rituales. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado tiene sus propios Rituales de los tres primeros Grados. Las Grandes Logias Simbólicas administran los tres primeros Grados Simbólicos o «Azules» (Aprendiz, Compañero y Maestro) y los Supremos Consejos los siguientes treinta Altos-Grados. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado es el Rito más practicado del mundo y su funcionamiento estructural, administrativo y funcional es independiente del de las Grandes Logias o Grandes Orientes de la Masonería Simbólica. Al Supremo Consejo del Gr.·. 33° para la República del Ecuador son invitados y recibidos los Maestros Masones regulares, que son considerados esencialmente dignos en sus modales, en su carácter, en su comportamiento y en sus aptitudes para el bienestar de la sociedad. El servicio es la clave en la práctica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Desde sus orígenes en el siglo XVIII, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado no puede disociarse de la historia del desarrollo de la Masonería en Francia y del contexto de la cultura de Occidente. Para los Masones de aquella época, como para la mayoría de los Masones contemporáneos, la espiritualidad estaba comprendida en el camino religioso y en el no religioso. El Gran Arquitecto del Universo representaba al «Dios» de las religiones o, para los filósofos de la Ilustración, al «Dios» de una «Religión Natural» el cual podría unir a todos los hombres. La aparición de los Altos-Grados en la primera mitad del siglo XVIII introdujo en los Rituales Masónicos nuevas fuentes de espiritualidad al margen de las religiones oficiales, surgiendo fuertemente en su seno, los ideales y principios de la; Mística, la Hermética, la Gnosis, la Kábala, la Rosa Cruz, el Templarismo y las Órdenes de Caballería, sin ser cuestionada la existencia de un Gran Arquitecto del Universo. De esta manera, extrayendo la sustancia moral de la Biblia y de lo que sobrevivió del esoterismo de las viejas Tradiciones occidentales, se desarrolló gradualmente la espiritualidad del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en un sistema de 33° Altos-Grados.